En el manual de crónica periodística sobre restauración gastronómica (aprendido de mi progenitor, socio de honor de este club) se dice que cuando el restaurante que tienes que valorar es excelente hay que calificarlo de inigualable, sin parangón; cuando es bueno, excelente; a los medianos hay que calificarlos de buenos y cuando es malo no escribir la crónica. Procura, eso sí, señalar las cosas a mejorar para que sirva de orientación a los restauradores, pero sin hacer sangre. El negocio de la restauración ya es de por sí bastante duro para añadirle la losa de una crítica feroz.
En el caso de Alkimia de Alcantarilla no necesita aplicar el mencionado recurso periodístico. Con apenas un año, este restaurante abierto por un grupo de amigos de toda la vida es todo un descubrimiento de excelencia gastronómica. Es excelente por derecho propio.
Así lo constatamos los socios del Club Murcia Gourmet en la cena ordinaria del primer jueves de mayo. Un encuentro en el que estuvimos acompañados por el empresario murciano Tomás Zamora como invitado de honor.
Iker López, Joaquín Martínez, Alejandro Medina, Javier Funes y Jesús Mellado querían montar algo diferente, desde sus experiencias profesionales diversas, pero “con pies de plomo- dice este último- porque la cocina tan vanguardista, a veces, no es accesible. Queríamos buscar un equilibrio entre cocina tradicional, cocina canalla y cocina un poquito más arriesgada y de ahí salió el nombre: Alkimia” Lo de New Tabern, nueva taberna que lo acompaña, es un guiño a la clientela del día a día en una localidad que tiene la mayor densidad de habitantes de Europa y que es una “isla municipio” rodeada de un mar del concejo de Murcia. Es decir que una familia alcantarillera puede ir a tomarse una cervezas y unas tapas de jamón sin el miedo de encontrase con un establecimiento demasiado vanguardista.
Los cinco emprendedores amigos, con muchos años fuera trabajando en restaurantes de alto nivel o recién salidos de la escuela de Hostelería de Murcia, querían emprender algo propio, personal. Y lo han conseguido en el escaso tiempo de un año (abrieron en Julio de 2018). Excelente materia prima, elaboración, presentación y maridaje, además de un estupendo servicio que hace que un restaurante suba muchos puntos.
En la cena en sí para en Club Murcia Gourmet, Alkimia nos ofreció una sucesión de especialidades de la casa que hizo las delicias de los socios: “Alcachofa con maridaje de salazones, falafel de Cordero, buñuelo de anguila ahumada, rollo vietnamita de pato, para seguir con lomo de bonito y encurtidos, lubina con espárragos verdes al Jerez, cochinillo con patatas al romero y de postres manzana ácida en diferentes texturas y Coulant de Chocolate.
En el capítulo de vinos a destacar un estupendo Sauvignon blanc “Petit Bourgeois, un Amontillado La Cigarrera de Jerez y un Villa Sastre de Ribera del Duero.
Y no hay buena cena sin buena compañía. Esta vez contamos como invitado al empresario murciano Tomás Zamora, toda una institución en Región por su trayectoria de muchos años al frente de la CROEM. Su presencia fue todo un lujo y una oportunidad para aprender de uno de los más destacados empresarios de nuestra tierra. Un empresario que ha continuado sirviendo a nuestra sociedad a través de su actividad como presidente en la fundación Proyecto Hombre y como presidente de la Academia de Gastronomía.