-“Una persona media consume mil kilos de comida y bebida al año”.
El que sentencia así no es otro que Tomás Fuertes, un empresario admirado como pocos en la Región de Murcia.
Y sabe de lo que habla porque la industria Fuertes, el Pozo, de Alhama de Murcia, es la encargada de poner sobre nuestra mesas y barras buena parte de esos kilos que consumimos los humanos.
-“Por lo tanto- dice don Tomás, invitado a la cena ordinaria de diciembre del Club Murcia Gourmet (pero celebrada en noviembre pues cuestiones de operatividad) es muy importante la alimentación y lo que comemos. Somos lo que comemos-remata el empresario ante una audiencia envelesada de miembros del Club sentada a la mesa del restaurante Carnivore, en Terra Natura, que además es propiedad suya.
¿Cuál es el secreto del éxito de este empresario del que un destacado socialista dijo una vez “si tuvieras 20 Tomás Fuertes en la región nos podíamos echar a dormir”. Yo creo que está en su inquietud y en preguntas como las que el mismo se hace, que le llevan a comprender cuál es el destino alimentario humano. Luego él realiza la parte empresarial que le lleva a sacrificar 14.000 cerdos diarios (solo se para en Navidad y Año Nuevo) para atender a la creciente demanda de jamones, chorizos y demás embutidos y carne de porcino en general. Hasta los andares del cerdo los comercializaría el señor Fuertes si esto fuera posible para aprovecharlo todo, como dice el viejo refrán.
Y Don Tomás confiesa ante los socios su satisfacción porque el gran mercado chino abre ya sus puertas por fin a los jamones y carne del mencionado animal. - “Los chinos han pasado del campo al trabajo industrial en las ciudades y necesitan proteínas”- razona el empresario- “y como son muchos y no tienen capacidad para producir tanta carne, ahí estoy yo”, concluye.
No es que lo de exportar sea nuevo para él. Su industria- de las más punteras del mundo- exporta a 82 países y tiene, por ejemplo, una fábrica de producción de carne de pavo en Rusia que va muy bien.
Los socios del Club Murcia Gourmet lo pasamos francamente bien escuchando a Tomas Fuertes quien alabó la existencia del club que “formado por un grupo de amigos que se reunen hablar y divertirse mientras se come a gusto”
En el aspecto gastronómico, el restaurante Carnivore y su joven equipo nos ofreció un menú degustación muy completo y bien regado con vinos blancos y un tinto.
Y, a parte de la comida, la grata conversación con Don Tomás y la posibilidad de ver a leones y leones a través de los ventanales, Terra Natura nos obsequió con un espectáculo de cetrería y de pequeños mamíferos , como la Jineta, que hizo las delicias de los miembros del club. Como decía el presidente, José Ramón Carrasco, va a ser difícil que olvidemos esta cena durante mucho tiempo
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