"Comer bien es soñar de la mano del cocinero, que sueña a su vez, con hacer de tu comida un sueño". Esta maravillosa sucesión de palabras y en ese orden son el santo y seña del restaurante El Sordo. Sería motivo suficiente para tenerlo en todas las listas de premios, pero además, esta declaración de intenciones va acompañada de un saber hacer sobresaliente entre los fogones, un servicio atento, un ambiente acogedor y una calidad fuera de toda duda.
El Sordo de Ricote es una vieja institución, gastronómicamente hablando, el paso de los años lo ha consolidado y hecho evolucionar, eso sí, bajo algunos cánones no ortodoxos respecto de las directrices arriesgadas de la cocina actual ya que nos encontramos con un restaurante con personalidad propia que ajeno a estos temas, sigue con su horno de leña, sus platos de caza mayor y menor, sus asados murcianos,... Su menú de degustación puede rendir a cualquiera. La calidad y extensión de sus platos son un recorrido de la gastronomía local aliñado con toques de nueva cocina y cortejado con nuevos platos y productos como la anguila hace aconsejable disfrutar de una buena comida o cena en El Sordo.
Quiza podemos decir que El Sordo de Ricote es un restaurante que está fuera de los "circuitos oficiales" pero precisamente ahí está su encanto, suelen ser los restaurantes que más se disfrutan. Si además, le sumamos la seguridad de acertar a la hora de elegir cuaquiera de sus platos de carta y le añadimos que al frente se encuentra un gran profesional, la combinación es perfecta para cualquier persona que le guste la buena mesa.