

Morales es uno de los
restaurantes de solera en la ciudad de Murcia. Con más de medio siglo a sus
espaldas, la cocina que regentan los hermanos Pedro y Javi Morales cuenta con
un producto de máxima calidad del que dieron buena cuenta los miembros del Club
Murcia Gourmet.En su céntrico enclave entre la Avenida de la
Constitución y la Calle Pérez Casas de la capital murciana se celebró la cena
del mes de mayo.
A destacar un servicio
impecable en forma y tiempo, así como la temperatura de cada plato, que llegaba
a la mesa para su disfrute inmediato.
Morales demostró de sobra el porqué
de su longevidad y las razones por las que se encuentra entre ese ramillete de
restaurantes “de toda la vida” donde comer es un placer.
El menú degustado comenzó
con un rico carpaccio templado de esturión seguido unas fresquísimas gambas de
Santa Pola a la plancha que el restaurante había recibido esa misma tarde. Tras
esos dos primeros bocados llegaron otros dos entrantes: los clásicos buñuelos
de bacalao y unas sorprendentes y exquisitas espardeñas, equinodermos (pepinos
de mar) de cuerpo blando que guardan todo el sabor del mar y que fueron muy
comentados por los asistentes. Morales debe de ser de los pocos, si no el
único, que sirve en Murcia este plato, muy popular en Cataluña.
El plato
fuerte es una de las señas de identidad del restaurante. La paletilla de
cabrito lechal al horno ha hecho famoso al restaurante y brilló con luz propia
en un menú que cerró una tarta de turrón, también especialidad de la casa.
En el apartado de vinos, los entrantes se acompañaron de un
blanco Valdesil (Godello) y el plato fuerte de un tinto fino Apricus Roble muy
aplaudido. Para el remate dulce de la cena se reservó un Dulce El Seque
(Monastrell).
Por la novedad si no lo ha probado nunca, sin duda recomendamos las espardeñas, aun a sabiendas de que es un bocado que no deja indiferente, o gusta o no gusta pero sin duda debemos recomendarlas.