Amparado por la profesionalidad de su personal sigue siendo referente indiscutible de la cocina murciana. La extraordinaria calidad de los productos y su alta capacidad técnica en la elaboración se aprecian en todas sus especialidades, desde los pescados hasta las carnes rojas, sin olvidar el apartado de las verduras, que reciben un trato sibarita. Un servicio atento, rápido pero sin atosigamientos permiten tener una experiencia gastronómica altamente recomendable.En definitiva es un restaurante para todo tipo de clientes ya que en su carta vamos a encontrar propuestas para comensales más "conservadores" con sus platos clásicos de alta cocina de la región, pero también los amantes de la innovación pueden sorprenderse con nuevas propuestas adaptadas a los cánones actuales. El denominador común es la calidad de producto, sus platos son de temporada, y por supuesto el saber hacer de su equipo humano dirigido por Nicolás Aguilar, actual jefe de cocina.
Para empezar pudimos entretenernos con unos Snacks de Bienvenida que además de divertidos y originales, estaban realmente buenos.
Una vez entrados en materia la primera entrada de platos fue a cargo de un tremendo Carpaccio de Gamba Roja, Virutas de Foie Elaborado en Casa y Piñones. Una gamba excelente que aunque parezca difícil de creer conjuntaba perfectamente con el foie y los piñones, increíble.
Si grata resultó la apertura de la sinfonía de recetas con el primer plato, no menos sobresaliente fue el estupendo Festival de Crustáceos y Verduras de Temporada con Aliño al Estilo Rincón de Pepe que ayudo a refrescar el paladar de forma acertada.
Con unos dos primeros platos tan notables, la segunda tanda de viandas comenzaron con un jugoso y potente de sabor Huevo de Corral Cocinado a Baja Temperatura, Setas de Verano y Espuma de Ratte , un buen regalo a todos los sentidos, y un estupendo Salmonete a las Llamas con Fideua de Tinta de Calamar y Vinagreta de Tomate al Tomillo que fueron de alabar.
Punto y a parte resultó el Jarrete de Ternera Blanca y Cremoso de Patata a la Mantequilla, sensacional plato en su conjunto, la carne estaba fuera de serie porque a parte de jugosa tenía un sabor y una textura inefable, realmente fantástica.
Los aficionados al goloseo pudieron satisfacer sus instintos con un singular Sorbete de Higos Chumbos, bien hecho, equilibrado y acertado para servir de telonero a un postre con mayúsculas, una suave y sorprendente Delicia Helada al Whisky con Crema Chantilly y Nueces Garrapiñadas.
Cava Raimat (Resultó acertado en el maridaje ya que transladó buenas sensaciones)
Blanco Analivia D.O. Rueda (La sorpresa de la noche, un vino que conjugó perfectamente con el marisco y el pescado, fresco y con un aroma floral)
Tinto Juan Gil 12 meses D.O. Jumilla (Un viejo conocido que hizo su papel de forma correcta con el plato que acompañaba)
Dulce P.X. Ximénez Espinola (Distinto, es la palabra. No es el típico vino dulce sino que más bien se perece a los vinos de tipo olorosos. Curioso vino para acompañar al postre).
La recomendación es clara, el restaurante cambia la carta varias veces al año para adecuarse a los productos de temporada, recomendamos visitar El Rincón de Pepe un par de veces al año para dejarse aconsejar y que cada uno saque sus conclusiones, pero apostamos que serán altamente positivas.