En esta ocasión El club Murcia Gourmet, visitó uno de los restaurantes de la capital murciana que cuenta con lo que prodríamos definir como una cocina de referencia, se trata del emblemático Restaurante Salzillo.



El restaurante se encuentra en la zona centro de la ciudad de Murcia, prodríamos decir que se encuentra en el "Casco Historico de los Restaurantes". Haciendo honor a la verdad, tenemos que comentar que lo que primero nos ha sorprendido gratísimamente sin entrar en pormenores de cada plato, ha sido la calidad de este restaurante murciano. Murcia como es actualmente sabido, tiene una calidad gastronómica de primera línea y que en los últimos tiempos empieza a proyectarse fuera de la Región, pues el Restaurante Salzillo con su máximo responsable a la cabeza Antonio Belando, es sin duda un claro exponente que ilustra el potencial de la cocina murciana. Hay que recordar que fue distinguido por la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Murcia con el Premio Mercurio a la Promoción Turística en 2009.
El secreto del éxito del restaurante, pasa por ofrecer platos con fundamento, donde se puede hablar de producto en mayúsculas, producto sin trampa ni cartón, productos de primera calidad, productos de temporada que, evidentemente, bien trabajados en la cocina hacen disfrutar a los amantes de la buena mesa. La oferta de vinos es interesante como corresponde a un restaurante que pretende estar en el escaparate gastronómico de Murcia.
En cuanto a los platos que tuvimos la suerte de disfrutar comenzamos la velada con Ensalada templada, a las Finas Hierbas, con queso fresco y champiñón, con notas de confituras, aliñada con aceite de frutos secos y miel de Cantueso, decir que es un entrante perfecto es quedarse corto por la buena mezcla de sabores que preparan el paladar para platos con mayor contundencia.
Los siguientes entrantes, realmente se pueden calificar de festival de buenos sabores, los buñuelos de bacalao finlandés sencillamentes espectaculares, las croquetas de gamba blanca destacables, la alcachofa al natural con gotitas de vinagre de Jerez y piñones tostados extraordinaria a la par que sencilla y los Huevos poché, con trufas negras de temporada en su propio aceite resulto una brutal explosión de sabor bien ligado que sorprendió gratamente.
En el momento de ponernos serios en la cena saboreamos unos Lomos de Merluza, del pincho, al aroma de manzanilla, acompañada de gulas y berberechos del que tenemos que destacar la buena calidad de los productos a la vez que señalamos el punto exacto conseguido de elaboración que potenciaban el sabor del pescado y de los acertados acompañamientos.
Para terminar la velada y como representante del mundo de la carne dimos buena cuenta de una maravilloso Solomillo, de ternera segureña, con Foie y reducción de Pedro Ximénez, de la mano de uvas, pasas e higos. Cuando anteponemos el adjetivo de maravilloso es con toda la intención del mundo. El solomillo resultó excepcional con un sabor extraordinario, ayudado por la maestria de la cocina que le dió el punto exacto y la bien elegida guarnición de sabores dulces que complementaban perfectamente en la boca. Todo ello con una presentación sencilla que invitaba a dar buena cuenta de tan sugerente vianda.
Para terminar, saboreamos el Soufflé de melocotón, vestido de crema inglesa y su propio jugo que sin duda podemos calificar de un postre para repetir.
En relación a los vinos el Gran Cardiel, Rueda Verdejo resultó un vino con aroma potente de alta intensidad. Quiza un poco graso en boca pero con un resto carbónico que le aporta frescura adecuada para con el maridaje seleccionado.
En cuanto al segundo caldo elegido, Finca Resalso, Roble de Bodegas Emilio Moro, nos encontramos con un vino joven de la Ribera del Duero en todos sus aspectos, pero con personalidad propia y que gustó.
El vino de Murcia fue un Tavs Jumilla Selección, un vino agradable, multivarietal con dominancia de monastrell que hizo su papel perfectamente acompañando a la carne.
Difícil recomendar un plato cuando lo recomendable es el restaurante en sí, pero quizá no debería dejarse de probar el solomillo de ternera segureña.
En resumen, podemos decir sin temor a equivocarnos que el Restaurante Salzillo es recomendable sin ningún genero de dudas. Nos vamos a encontrar con una cocina basada en productos excelentes con una cocina sobresaliente y con un precio consecuente a la calidad emblema de la casa. Lo bueno tiene un precio aunque sea razonable.