

Muchos de los gourmets conocíamos el Restaurante Monteagudo, pero la mayoría desconocíamos la proyección internacional y la buena preparación del personal de cocina que han estudiado y trabajado con los mejores chefs como Luis Irizar, Juan Mari Arzak, Pedro Subijima del Rest. Akelarre con 3 estrellas Michelin y muchos otros. La cocina del Restaurante Monteagudo ha representado la Cocina Española en general y la Murciana en Particular, en Polonia, Mexico, Chile, Alemania, Dinamarca, Portugal, Irlanda y Chile. También tenemos que indicar que fué el restaurante que representó a la Región de Murcia en la Exposición Universal de Aichi, Japón.
Es un restaurante que abrió sus puertas en 1967 y desde entonces no ha parado de obtener reconocimientos por su labor entre los fogones.
En cuanto a lo que nos podemos encontrar al cruzar las puertas del Restaurante Monteagudo, son distintos salones perfectamente decorados, con un ambiente que invita a los amantes de la buena mesa a pasar unos momentos inolvidables.
Si queremos hablar de la carta, y tuvieramos que usar una palabra para definir la característica fundamental y de forma fiel, puede ser robusta, por lo completo de su oferta. Bien escogidos, cada uno de los platos harán que ninguna persona tenga problema alguno en confeccionarse su comida o cena según sus gustos y preferencias. Atención especial al menú degustación que sin duda es una sucesion fantástica de obras de arte culinarias.
Para terminar de hablar del Restaurante Monteagudo, debemos señalar que dispone de una bodega, que pudimos visitar, con inmumerable nichos donde perfectamente ordenadas y protegidas descansan multitud de botellas de buenos vinos de toda las denominaciones que mi conocimiento logra alcanzar.
Tuvimos la suerte de saborear un menú amplio y extenso para poder hacernos a la idea de lo que el restaurante es capaz de ofrecer a sus clientes.
La noche la comenzamos con unos Bombones de Foie y Crocanti que nos hicieron anticipar lo que iba a ser una sesión espléndida. La siguiente sorpresa fué una Copita Templada de Zarangollo, espectacular, hay que decir que este plato se ha vuelto a incluir en carta y que la primera vez que el restaurante lo ofreció fué por el año 2001.
Si la segunda posición del menu resultó sorprendente, la siguiente fue de escándalo. Muchos que nos consideramos pulperos, y que hemos probado el pulpo de multitud de formas y en inumerables sitios, nos quedamos sorprendidos al probar el Pulpo a la Brasa con Sopa de Aceite de Oliva, Pomelo Rosa y Flores. Si hay que añadir algo mas sería la recomendación de que se acerque y lo pruebe.
Seguidamente y después de tocar el mar con el paladar de los gourmets, pudimos cambiar de tercio y darnos un paseo por el campo al probar el Huevo con migas y Trufa que nos sirvierón como cuarto entrante. El aroma de la trufa y el acompañamiento de migas con cecina hicieron que cada trozo que entraba en la boca se convirtiera en una sinfonia de sabores y texturas.
Antes de llegar al plato de carne pudimos deleitarnos con una Ensalada de Hojas y Raices con Croquetas de Queso de Cabra y Trufa, que nos ayudo a despejar el paladar para poder atender como se merecía un gigante y espectacular Raviolí de Bogavante sobre Fondo Marinero y Cremoso de Martini que nos trasladó sin dudarlo a cualquier puerto de mar.
En cuanto al plato de carne pudimos despachar un atrevido plato de Pechuga de Pichón Asada en su Jugo con Puré de Limón y Chalotas. He de decir que las chalotas acompañaban perfectamente la carne grasa del pichón al igual que el acido del puré de limón que encajaban perfectamente.
Antes del postre, nos agasajaron con un pre-postre de Piña con Mostaza, Zumo de Naranja, Helado de Vainilla y Pensamiento. La mezcla de todos los ingredientes aunque parezca mentira es sencillamente encantadora para los sentidos. Son platos como estos los que sin duda alguna, demuestran el perfecto conocimiento de las características de cada uno de los alimentos que lo componen. De postre, un clásico de la casa, El soufflé de Chocolate Caliente con Café. Se define en dos o tres palabras, casero, artesanal y tradicional.
En cuanto a los vinos que acompañaron la cena decir que el maridaje fue correcto y desde el punto de vista del protocolo sin arriesgar. Una grata sorpresa el vino tinto Viña Pomal Crianza, un rioja de la tierra alta que dió mas que la cara y dejo en boca frutos negros y un toque de madera torrefacta.
En definitiva podemos resumir que el Restaurante Monteagudo es un lugar muy importante en Murcia desde el punto de vista gastronómico y de obligada visita. Nos vamos a encontrar un restaurante con fuerte origen tradicional en los platos, pero que a la vez están al día en cuanto a las filigranas, innovaciones, tendencias y novedades de la cocina, todo ello acompañado de un conocimiento extenso de su personal sin dejar de lado una materia prima de calidad altísima. En cuanto al precio podemos disfrutar de una inolvidable visita culinaria por un precio aproximado de 50 - 60 €
Puede ver las fotos de los platos en el siguiente enlace: Fotos Monteagudo
Cava: Monistrol Rosado
Blanco: Viñas del Vero - Macabeo Chardonay
Tinto: Viña Pomar Crianza.
Vino Dulce: Las Reñas
Sin duda para los que son de Murcia, probar la Copita templada de Zarangollo, les hará quedar sorprendidos. Sería una locura ir a comer al Restaurante Monteagudo y no probar el Pulpo a la Brasa con sopa de Aceite de Oliva.