
Bonito salado al vacío con sal ahumada, presentado en plato con pera y tomate seco murciano. Sorprendente equilibrio entre el salado y el dulce, sin llegar a imponerse la sal, en contra de lo que pudiera parecer. Delicadeza.
Sardina ahumada. Hecha de forma artesanal. Divertido juego que mezcla mandarina con pescado y el crujiente de las pencas de acelgas crudas. Apuesta valiente. Plato fresco, con chispa y buen rollo.
Guisantes y tomate "lobello". Macerado en vinagre de arroz y azúcar moreno, con aceite de arbequina. Los pésoles son naturales, cogidos del huerto de Benito, un amigo del chef. Ensalada fresca y sencilla, que en conjunto compone un bocado delicioso.
Caldo con pelotas (la gallina era de mi vecina Maruja). Cocido con pelotas de gallina y morcón. El olor alimenta, invade los sentidos y llena la estancia. Es el perfume de la tradición, de la cocina de las abuelas. Una esfera de matices que envuelven al comensal con cada cucharada. Plato redondo, nunca mejor dicho.
Patata asada. Timbal de patata laminada cocida a baja temperatura, con tartufo y brócoli. Equilibrio en textura, olor y sabor.
"Alcancil". Alcachofa del terreno, cocida en caldo de ternera y presentada de una pieza. La mantecosidad de la verdura queda patente al partirse con solo apoyar el cuchillo. En boca, los matices se expanden desde ambos lados de la lengua. EL caldo queda en segundo término dejando el protagonismo a la verdura.
Huevo a con ajos tiernos. Este huevo poché cocinado a baja temperatura presentado con ajos tiernos recién cogidos de ese día. Cremoso.
Carrillera. Alberto nos explica que el porqué de esta elaboración en el menú: receta de familia. Tanto en la presentación, escueta y sencilla, como en la preparación de la carne, untuosa, fácil de desmenuzar con una salsa en la que están presentes los matices de la cocción lenta y sin sobresaltos. Tradición.
Pre-postre: Solomillo con chocolate blanco. Divertido contraste entre salado y dulce, donde la carne, de un punto exquisito, no se siente intimidada por el chocolate, que deja apenas matices, detalles que redondean el bocado.
Lingote de chocolate 72%. Postre delicioso en su justa medida de cantidad y dulzor, para no empachar un cena redonda.
Airén y Monastrell (Jumilla)
Cabernet 100% (Jumilla)
Monastrell, Cabernet y Syrah (Jumilla)