El Club Murcia Gourmet retoma su actividad visitando el Restaurante Signatura, donde pudimos degustar una cena deliciosa acompañada de un original maridaje de caldos murcianos de pequeña producción complejos, diferentes y con mucha identidad, de la mano de Juanjo Martinez, mejor sumiller de la Región.
"Snack de tres bocados"
Como entrante pudimos degustar este snack de tres bocados: “ajoblanco co uva y manzana, legra y bombón de folie”. Equilibrado y suave, este aperitivo fue acompañado por un vino “Bruma” de nuestra Región, glicérido y bastante franco en boca destacando especialmente por su salinidad.
1er plato: “Ostra con granizado de mojito”
Propuesta atractiva que se come de un bocado, donde el delicado matiz cítrico de la ostra conjuga con el granizado de mojito de forma sorprendente.
Para acompañar el plato, Juanjo nos propone un Jerez que destaca por su sabor potente.
2º plato: “Ensalada de salmorejo y caballa”
Sobre base de un fino salmorejo y un lecho de brotes verdes, reposa el lomo de caballa exquisitamente maridado. El plato se remata con escamas de sal negra De San Pedro del Pinatar. Propuesta fresca y con mucho sentido.
Para acompañar, un vino Kπ: claro, de intensidad pálida y color rubí; su intensidad moderada va bien con la caballa.
3er plato: “Huevo a baja temperatura con setas de temporada”
Huevo cocinado a baja temperatura sobre una cama de setas variadas y escamas de sal negra, rematado en mesa con una salsa cremosa con la reducción del jugo de las setas. Plato ligero, compensado y muy sabroso.
Un Alsace francés del 2015, con tonos hidrocarburados, por la pizarra del suelo donde crece la uva. Gran combinación.
4º plato: “Cocochas de bacalao con fideuá”
Finos cabellos de fideuá conteniendo todo el sabor de un caldo de pescado cocinado con cariño y esmero acogen a las cocochas en su punto exacto de cocción y textura, permitiendo que, al llevarla a la boca los matices aterciopelados y la mínima resistencia se instalen y comulguen magníficamente.
El vino, tinto de la Ribera del Sil, de uva variedad mencía. De nuevo gran elección del sumiller.
5º plato: “Steak tartar”
Para concluir con los platos salados, y antes de pasar a los postres, llegamos a uno de los platos más aclamados (sino el que más) de la cena. Steak tartar de ternera muy picada, sin macerar en exceso, donde el picante y la mostaza antigua sirve de hilo cohesionador de una propuesta que, si no se ejecuta bien, puede ser desafortunado; sin embargo, en este caso se ha de calificar como éxito absoluto.
El maridaje a cargo de un tinto Sílice que, como el plato, está divino.
Postre: “Sable de crema de queso y frutos rojos”
Y de postre, un sable de crema de queso y frutos rojos con polvo de galleta por encima, acompañado de un Recóndita Armonía, Monastrell dulce con alta graduación de azúcar. Un gran plato para rematar una gran cena. Al final, y como no podías ser de otra manera, un asiático hecho con propiedad y mucho mimo. ¡Chapó!