

Situado en la histórica calle Fuensanta de Murcia, en la zona más granada de la capital murciana, este restaurante con decoración simple, casi minimalista, muy funcional pero agradable, ofrece una experiencia gastronómica con la posibilidad de disfrutar de la cocina peruana, nikkei y chifa junto al Mediterráneo. Una oferta fresca, sabrosa y sana con la suficiente calidad como para calmar a los más exigentes.
En definitiva, nos encontramos con un restaurante ecléctico en su menú pero con criterio a la hora de componer su oferta gastronómica plasmada en su carta.
En nuestra visita y velada comenzamos la cena con una fresca y pincantilla Causa limeña de quinoa y cangrejo con lima y ají panca, que como inicio de menú resultó acertada. Se abrió paso el buque insignia de la cocina peruana, un auténtico Ceviche de Corvina con leche de tigre que como la fama que le precedia resuto espectacular, fresco, de textura estupenda y de mezcla de sabores extraordinario. Este recital de sabores, dio paso a un representante clásico de la cocina chifa, un particular Gambón al estilo chifa con salsa kimuchi.
En la mitad de la cena continuamos con unas Gyozas al vapor selladas a la plancha con pack choi y salsa teriyaki, suaves de textura y bien subidas de sabor con la salsa teriyaki. Como quinto representante del menú una estupenda Papa rellena de carne con salsa criolla que despertó el paladar.
En la parte más contundente de los platos en la velada, los gourmets tuvimos que dar buena cuenta de un sabrosisimo y jugoso Pan Bao con lomo saltado desmechado al estilo nikkei. Como plato que sin duda llamó la atención fue un exótico Quinotto cremoso de setas con carpaccio de angus de textura agradable y sabor suave. Para terminar, un aterciopelado Wantán de rabo de toro con un sabor extraordinario y muy jugoso, un broche estupendo acorde a la cena.
Llegado el momento dulce, no pudo tener mejor representante que una fabulosa Torrija caramelizada con canel de helado que estaba cremosa e invitaba a no poder parar, realmente reseñable..
Maridaje bien elaborado de la mano de vinos como un txacolin, rioja Jamín de Alazate, un típico Lavia o un como siempre destacable Moscato D'asti. Todos ellos hicieron un trabajo correcto.
Visitar sin duda el restaurante Lima Limón para poder disfrutar de aunténtica cocina peruana sin necesidad de hacer miles de kilometros. Dejarse aconsejar ante la duda, pero sin duda sería un pecado irse sin probar el Ceviche de Corvina con Leche de Tigre.